Un nuevo chip, desarrollado por un equipo de investigación perteneciente a la Universidad de Stanford de los Estados Unidos, está dando que hablar debido a su impresionante diseño en forma de rascacielos que haría que los ordenadores trabajen a una velocidad 1000 veces más rápida.
Si comparamos la estructura de los actuales sistemas informáticos con el diseño de una urbanización, tendríamos que, por su disposición actual, el procesador y las memorias vendrían a ser casas de un piso, con el sistema de cableado, por el que viajan los datos, bastante similar al que podemos ver en nuestras calles.
El equipo de investigadores notó que la estructura actual no optimiza, como debería, la transferencia de datos y, además, causa retrasos y problemas de congestión a nivel de los circuitos electrónicos, lo que se traduce en pérdida de tiempo y energía.
La propuesta del equipo de Stanford es una arquitectura que se basa en la forma en que están diseñados los rascacielos. Esta nueva arquitectura resulta bastante óptima cuando se busca evitar la congestión en el circuito de datos, haciendo que se mejore el rendimiento y que la transmisión de datos lleve a cabo de forma mucho más rápida.
Esta nueva solución recibe el nombre de N3XT y permite conectar los procesadores y chips de memoria a través de millones de pequeños diminutos ascensores electrónicos, de esta forma se logra transmitir una mayor cantidad de datos, a una velocidad notablemente superior y ahorrando energía.